Baile a los argentinos en España (6-1)

Al ritmo de un Isco imperial y añadiendo al habitual estilo de toque una verticalidad y pegada ausentes en el último lustro, España goleó a Argentina, lastrada por la ausencia de Messi y la falta de contundencia en las dos áreas.

Todo lo contrario le ocurrió al grupo de Lopetegui, que minutos después de un fallo de Higuaín ante De Gea, la metió casi a la primera. El primer golpe lo asestó Diego Costa, que se jugó el tipo para aprovechar un pase de quilates de Marco Asensio, sustituto de David Silva.

Con menos control y toque de lo habitual se fue manejando España, cómoda en la alternancia, sin apenas sufrir ante una Argentina que se limitó a castigar un par de errores ajenos.

Antes, Isco inició su fiesta particular al embocar otra asistencia del volante balear. Se resistió a claudicar la albiceleste, pelona y brava todo el encuentro, y antes del descanso se reenganchó con un cabezazo de Otamendi, que despistó a Ramos y remató ante un De Gea que demostró su condición de humano al errar en la acción.

Todo quedó en un espejismo y, tras la reanudación, España finiquitó la faena. Tardó cinco minutos en hacerlo. Primero Isco amplió su botín tras un pase atrás de Aspas, que entró lugar del renqueante Costa, y poco después otra dejada del gallego la aprovechó Thiago. Con el partido visto para sentencia, los de Lopetegui prolongaron la fiesta con otro arreón en el que Aspas encontró premio e Isco cerró su primer triplete como profesional.

Fiesta completa en el Wanda.