Por: Jimmy Triana (Opinión)
Estaban tan cerca de Rusia que lo solo los jugadores y su actitud echaron al traste la ilusión de millones de seguidores que tiene en los Estados Unidos la selección nacional de futbol. No ir a la cita mundialista es como no existir en el mapa mundial y eso duele y seguirá doliendo hasta que cicatrice este dolor cuyos únicos culpables tienen nombre propio; Los que saltaron al terreno de juego a enfrentar a Trinidad y Tobago con displicencia y sobrades.
Estados Unidos quedó fuera por primera vez en tres décadas y eso es como tener un palo en la rueda el progreso de este deporte en el país.
La eliminación con un revés por 2-1 en Trinidad, combinado con los triunfos de Honduras y Panamá, fue la gran sorpresa que dejó el cierre del hexagonal final de la región de Norte, Centroamérica y el Caribe. Los estadounidenses habían acudido a todas las citas mundialistas desde 1990 pero estas generaciones de futbolistas prefieren verlos desde la comodidad de sus casas.
Antes de arrancar la última fecha, el único equipo que controlaba su destino para clasificar directamente a Rusia era Estados Unidos. Un empate ante el eliminado Trinidad y Tobago les bastaba para unirse a México y Costa Rica. Es como estar viviendo una verdadera pesadilla, un mal sueño, pero al despertar nos encontramos con una realidad que da pena.
“Estamos decepcionados, teníamos todo a favor y no hay excusas”, dijo el entrenador Bruce Arena. “Es una mancha para nosotros, no deberíamos estar en casa para la Copa del Mundo, acepto toda la responsabilidad”. Esas palabras vacías no son suficientes para calmar la furia de los aficionados.
Bruce Arena, esperamos que no, da la impresión de querer seguir en frente de la selección. Si hubiera tenido pantalones esa misma noche de la derrota ante los isleños hubiese renunciado. No es suficiente echarse toda la culpa. ¡Váyase!
Sobre el presidente de la Federación (US Soccer), Sunil Gulati debemos decir que en su mandato no se ha progresado en nada y su labor si la miramos con lupa pasa de desastrosa a paupérrima.
Arena relevó en el cargo a Jürgen Klinsmann en la tercera fecha del hexagonal luego de perder ante México en casa, uno de dos reveses como local, y una goleada de 4-0 de visita ante Costa Rica y fue Gulati que primero se equivocó con el alemán y después con volver atraer a Arena al banco americano.
Este último técnico nunca le dio una identidad de juego a la selección, nunca encontró los hombres exactos para lograr una buena defensa y se aferró a los veteranos que ganaron algunos partidos pero que fallaron en conseguir el cupo al mundial. De Klinsmann es mejor ni hablar.
Al final los trinitarios quedaron al fondo del hexagonal como muchos anticipaban, aunque se dieron el lujo de eliminar a Estados Unidos en la última fecha…mientras Sunil Gulati debe estar evaluando el dar un paso al costado. Tiene que hacerlo.
