Derrota mexicana ante una Alemania contundente.Foto: Patrik Stollarz/AFP
Textos: Siro Pérez
México esta triste después de la derrota ante el campeón del Mundo 4-1 que les quitó las motivaciones que tenían para llegar a la final de la copa Confederaciones 2017 que se celebra en Rusia.
Ahora el equipo de Osorio jugará por el tercer lugar de la este domingo contra Portugal que no contará con su estrella CR7 y el sueño de sacarse el clavo de la derrota 7-0 el año pasado en la centenario se quedaría en eso.
Aún recuerdo la cara del entrenador colombiano Osorio quien está al frente de la escuadra mexicana, se quedó mirando el piso tal como lo mostraban las cámaras de televisión en el minuto 6 del partido cuando el joven Goretzka metió su primer gol de un zapatazo que mandó el balón pegado al poste derecho al rematar de primera un centro enviado desde el sector derecho. Silencio mexicano en el campo, júbilo en las graderías, tristeza en el DF.
Juan Carlos Osorio, entrenador en jefe de México en la Copa de las Confederaciones de la FIFA Rusia 2017 Semifinal entre Alemania y México en el Estadio Olímpico Fisht en Sochi, Rusia. Foto: Buda Mendes / Getty Images Europa.
Dos minutos después la cara de Osorio se repitió para los televidentes del mundo ya que el mediocampista del Schalke 04 aumentó la ventaja al definir ante la salida del portero Guillermo Ochoa tras recibir un pase filtrado de Werner…volvió el silencio y las miradas tristes de los jugadores… se presagiaban cosas peores.
Se presagiaba lo peor para el “tri” en esta contienda, poco a poco se fue recuperando mientras el tiempo corría y el huracán alemán de los primeros minutos se fue poco a poco convirtiendo en tormenta porque se cerró atrás en el medio campo y en su propia área no permitiendo que los cuates le quitaran la virginidad a su arco.
México siguió insistiendo y tuvo su primera opción clara a los 33 con un disparo de Giovani Dos Santos que desvió el portero germano con el pie derecho.
Dos minutos después, Javier “Chicharito” Hernández mandó por arriba su remate ante la salida nuevamente del arquero.
Parecía que México se sacudía, pero se quedó en eso a pesar de que ya la tormenta alemana se estaba convirtiendo en aguacero.
Alemania, que basó su ataque en la velocidad, metió el tercero a los 59, cuando Werner remató sin marca dentro del área tras recibir pase de Jonás Héctor.
Esto le acabó de dar otro estartazo a la batería mexicana que apagó el carro de las ilusiones que tenía para conseguir el primero y llenar de emociones el cuerpo para lograr la igualada.
El reloj siguió corriendo y los mexicanos seguían presionando dejando espacios atrás en la retaguardia, seguía lloviendo con cara nuevamente de tormenta en las toldas alemanas que apostaban al contragolpe.
Los defensas mexicanos Nestor Araujo y Héctor Moreno junto a Miguel Layun reaccionan después de que Alemania anotara en la Copa FIFA Confederaciones 2017. Foto: Alexander Nemenov/ AFP
A pesar de la desventaja, la “tri” siguió buscando el gol, y estuvo cerca de descontar a los 75 minutos con un remate de Raúl Jiménez que pegó en el travesaño.
Se calentaron los ánimos pero no paso de ahí porque los alemanes ya eran dueños de partido y administraban la pelota como ellos saben, con rápidas transiciones defensa-ataque sin complicarse y sin desgastarse, ya pensaban en lo que espera el domingo ante Chile.
El único gol de los mexicanos, llegó a los 89, con un golazo o mejor un señor golazo de Marco Fabián, quien sacó un potente remate que se coló en el ángulo izquierdo del arquero.
El delantero mexicano Javier Hernández reacciona durante la semifinal de la Copa Confederaciones entre Alemania y México. Foto: Alexander Nemenov/AFP
Sin embargo la fiesta alemana no se había acabado porque cerraron con broche de oro en el tiempo de reposición cuando Younes metió el cuarto con un disparo cruzado de zurda dentro del área con movimientos simples, desmarques al vacío y una cadena de pases ordenados, marcaria a placer un golazo ante la mirada atónita de un Ochoa que nada pudo hacer aquí ni en ninguno de los tres anteriores goles y mandaría a los mexicanos callados y con cabeza gacha rapidito para los camerinos con cara de cansados una vez el árbitro con el silbato dijo basta.
Comprendió tarde Osorio desde la línea ahí donde se paran, alegan, vociferan, gritan, aplauden y hasta lloran los técnicos, tomando notas en sus papelitos como nos tiene acostumbrados, de lo que ocurría en el partido?.
El sabía muy bien dentro de su experiencia académica como técnico formado en Europa y en Estados Unidos que ese 3-4-2-1 alemán, solo se rompe cuando siete jugadores han de coordinarse para defender sin balón, y que la estrategia era no darle espacios a los campeones del mundo que muy seguramente tenían muy bien estudiado al cuadro de los cuates.
Ni siquiera la aglomeración de futbolistas en el centro del campo, como sucedió por momentos con la presencia de Gio y Jonathan Dos Santos además de Herrera y Araujo, le sirvió para recortar los espacios.
Alemania movió el balón con tranquilidad, con Draxler como mejor intermediario, con esa calma que esconde una compresión del juego tan nítido y productivo. La experiencia no se improvisa y la disciplina táctica de los “monos” hoy quedo una vez más demostrada.
Y ya el telón de esta película Confederaciones 2017 está a punto de cerrarse cuando este domingo 2 de julio, que está motivada por la selección de Chile para hacer el “tri” en menos de dos años (campeón de América 2015, campeón de Centenario 2016, campeón confederaciones 2017?) vaya usted a saber, pero no se pierda el partido.
Porque si Chile está motivado para ganar el domingo Alemania demostró que más allá de ser una especie de versión “junior” del equipo que ganó el Mundial 2014 tiene categoría suficiente para llevarse este torneo así e digan a su técnico que trajo a la selección “B”.
La amargura de Juan Carlos Osorio. Foto: Frank Fife/ AFP
Mientras tanto el pueblo mexicano llora su derrota escuchando mariachis, quizá escuchando a su mejor cantante Vicente Fernández dedicándole a Osorio esa canción famosa con la que comienzo a titular esta nota, pero de lo que si pueden estar seguros todos los 100 millones de manitos es que la selección de México estará en Rusia 2018 volviéndole a hacer vibrar sus corazones, pero tendrán que hacer fuertes ajustes especialmente en defensa, mientras tanto que siga cantando el mariachi.
ASP-PRESS/LADIEZ.US
