Texto: Jimmy Triana
Foto: Walfri Rodas
ASP-PRESS / Revista Diez
Los Red Bulls que se presentaron para jugar ante el Dinamo de Houston no eran los Red Bulls, era otros porque no es posible como explicar esa paupérrima actuación que mas que equipo dieron la sensación de ser un completo circo. Es cierto que han tenido problemas para marcar goles en esta temporada pero ahora enfrentan otro problema les hacen goles sin la mayor resistencia.
Fueron tan mediocres los Bulls en el BBVA Compass Stadium que hicieron figura a un delantero que hasta el momento pasaba desapercibido en la liga. Erick Torres tuvo todas las facilidades para marcar 3 goles pero pudieron ser más.
Bradley Wright-Phillips, abrió el marcador a los 13 minutos y eso fue todo para el nuevo millonario del equipo.
Después de ese gol todo fue Houston. La ventaja visitante solo duró 1 minuto hasta cuando de certero cabezazo al primer palo de Robles, Dylan Remick, empató para Houston en el minuto 14.
La pesadilla aun no tenía fin. Por lesión se fue Aurelio Collin y llegó al campo Damien Pirrinelle que se estrenó con una falta en el área tacleando a Torres. Fue penalti que convirtió en gol el mexicano dándole al Dínamo una ventaja de 2-1 sobre el minuto 41.
El segundo tiempo fue de terror para Red Bulls. Torres agregó a los 56 minutos el segundo gol en su cuenta cuando con un tiro templado a media altura le dobló las manos al portero Luis Robles. Luego vino un gol de tiro libre. Cobró “El Cubo” y gracias a una barrera mal hecha e impávida el mexicano logro su hat trick.
Al final fue un 4-1 en contra contundente que desde ya prende las alarmas sobre la verdadera capacidad de los dirigidos por Jesse Marsch.